Bueno, aquí vamos de nuevo con el asunto. Esto de escribir en los aviones relaja. Esta vez, Paris-Vigo. A ver si llegamos. Por cierto, he visto en Paris el despegue de un A380, vaya pedazo de avión. ¡Y vuela!
Aunque mi estimado lector Don Luis me ha dado unas buenas sugerencias, estas últimas semanas he estado siguiendo una asignatura del Master de Control. Trabajo de infanteria, básicamente; aunque he de afirmar que he aprendido muchísimo. Nunca es tarde si la dicha es buena. Me ha sorprendido mucho la actitud de los alumnos y la paciencia de los profesores. Discutiendo de ello con mi entrañable compañero de madrugones Ogi, estábamos hablando sobre las extremadas diferencias del concepto de universidad en el mundo anglosajón. Aquí la universidad es un negocio, está claro. Todos los alumnos del Máster, 81, son extranjeros, uno de ellos europeo. A 13000 libras por cabeza, unos 15000 euros, pues hacer las cuentas. Existen dos calificaciones, básicamente, aprobado y aprobado con honores. Suspender, no es una opción. Quizá, si te meas en el cajón de la mesa del maestro, puede. Además, a los alumnos que van a empezar el grado, le hacen una entrevista personal. ¿Qué es lo que te motiva a estudiar Ingeniería eléctrica y electrónica? ¿Por qué la Universidad de Manchester? Bla bla bla. No me diréis que no os resulta chocante...
En países como España, acabar la carrera en un número de años igual al número de cursos es considerada una buena medida de una carrera, digamos, buena. Aquí, suspender un curso es inimaginable, pero no solo en el master, sino también en el undergraduate, lo que en España es la carrera, o el grado de ahora. Tras estar en varios países, y conocer a gente de muchos sitios, considero que mi formación global bastante buena, pero el precio a pagar es la frustración y la perdida de años para otros de mis compañeros. Se da una materia, si puedes tragarla, bien, si no, es tu problema. Yo soy el profesor, tú el alumno, apañate o jódete. Un profesor no siente la necesidad de tener unos apuntes decentes, unos apuntes con una sola notación, una colección de problemas resueltos, la necesidad de ayudar en todo lo posible y lo imposible a que el alumno apruebe.
Aquí, eso es impensable. La universidad no es solo un servicio publico al que tu te acoges y punto. La universidad es un negocio. Problema, tienes que tener dinero para estudiar. Ventaja, el profesor se lo curra muchísimo y tiene al pringado de turno (¡yo!) tomando apuntes para colgarlos en la web de la asignatura antes de la siguiente clase. El profesor debe mimar al alumno, dado que la evaluación del alumno se convierte en la propaganda para el año que viene captar más alumnos, lo que significa más dinero. Evidentemente, la ventaja educativa de los países de habla inglesa es enorme, pues captan un gran número de alumnos extranjeros. En fin. El concepto de profesor universitario es diferente en otras partes del mundo.
Hay otro problema, los alumnos dejan de ser alumnos, pasan a ser clientes. Algunas aptitudes de los alumnos sería impensable para mi, como estar en clase oyendo música. He de admitir que a mi me costaría trabajo soportar esto, ¡pero no hay cosa que el dinero no pueda remediar! Mi amigo Ogi me dijo algo que me gusto mucho. La universidad debe ser como el gimnasio. Debe mimarte, debe cuidarte, debe darte todo lo necesario para ponerte fuerte, pero no debes olvidar que tu sacrificio personal e intransferible es imprescindible.
Algunas veces se desprecia a la universidad privada como un lugar donde te regalan los títulos. Sinceramente, yo creo que eso solo va en contra del negocio de la propia universidad que regale los títulos. No pasa nada porque la universidad le exija al profesor un mínimo de calidad. Pasados los años, con una nueva perspectiva de todo, te das cuenta de que no es posible que un profesor que esta 2 ó 3 años dando la misma asignatura no tenga unos apuntes mecanografiados, es más, me parece una vergüenza. Pero claro, como no hay competencia interuniversitaria para captar alumnos, como el número de alumnos no va a afectar a mi sueldo y/o a la continuidad de mi trabajo, como la opinión que tenga de mi el alumno es completamente irrelevante, pues abróchense los cinturones y quien llegue a la orilla, afortunado él o ella.
Pero bueno, ahora a ver quien le pone el cascabel al gato. A ver quien le dice a un catedrático que tiene que hacer unos apuntes legibles colgados en la pagina web de la asignatura, que tiene que tener 10 alumnos bajo su tutela (yo flipo con las tutorias de aquí)... ¡Yo no!
PD. En lo referente a los alumnos españolitos mucho habría que decir, sobretodo en lo referente a la asistencia a clase. Que se le pague a un profesor por ir a dar clase y el alumno decida no acudir es otra muestra de que tener una universidad barata no siempre es buena cosa. No digo nada de las fiestas universitarias porque podrían cerrarme el blog.
PD. En lo referente a los alumnos españolitos mucho habría que decir, sobretodo en lo referente a la asistencia a clase. Que se le pague a un profesor por ir a dar clase y el alumno decida no acudir es otra muestra de que tener una universidad barata no siempre es buena cosa. No digo nada de las fiestas universitarias porque podrían cerrarme el blog.