viernes, 25 de noviembre de 2011

El del uno

Y uno, al que siempre le han tomado el pelo por ingenuo, flipa. Esta semana, me pasaron una noticia que apareció en El País el año pasado. La noticia trata de esta nueva realidad, de pasar de ser un país de llegada a un país de salida. La realidad, oculta tras el derroche de muchos años de alegrías, parece haber salido a la luz. El futuro de mucha gente formada para por hacer la maleta.

Esto, que no es nuevo para nuestro país, mi abuelo político paso muchos años en Alemania. Hoy en día, en este mundo de los billetes de avión a 100€ y el skype, no es ninguna tragedia para los que se marchan. En cambio, es una tragedia para los que se quedan. Como aquel oro de la guerra civil que dicen que mandamos a Moscú, España anda repartiendo formación por Europa y resto del mundo. No sé demasiado bien si realmente esto será un problema real, o son mis amigos, yo y nuestras circustancias, las que me hacen pensar que este es un problema serio. Evidentemente, uno podría pensar pueden tener los mismo servicios unos ciudadanos de los cuales el 30% tenga un trabajo cualificado, que otros cuya tasa de trabajo cualificado este en el 20%. Como unidad territorial, como país, como ente común, o como se diga, un país que importa mano de obra no cualificada y exporta mano de obra cualificada, tiene un problema.

Y asi llegamos a los recortes, que uno podría verlos adecuados y no mal, por definición. No creo en las demagogias, y prefiero la realidad, por cruda que ésta sea. Yo empece a ganar 4000€ al mes, me pensaba que me podia comprar un Ferrari por 3000€ al mes, pero me fue mal la cosa, y volví a ganar 2000€ al mes. OK, pues vedemos el Ferrari y nos compramos un Seat por 1000€ al mes y listo. Nos autoimpusimos unos servicios que podíamos pagar con los excedentes del ladrillo, y cuando la realidad se ha vuelto instaurado, después del romance constructor, pues no podemos mantener. Y claro, alguien me puede decir que el Seat no es el Ferrari, evidentemente que no, pero el Seat lo puedo pagar, y el Ferrari no. No solamente cuenta lo que quiero, sino lo que puedo. Esto siempre me conduce a aquella cancion de los los rolling, esta versión me encanta!

Y en esta dinámica, uno, que cada día se queda un poco más sorprendido, ya no sabe que decir o que pensar. Tenemos el caso de este centro de investigación en Valencia, del que ayer despidieron a la mitad de la plantilla, 114 investigadores. Que por un lado, uno es consciente de que la tradición científica española es limitada. Pero por otro, uno no entiende demasiado bien una deuda mil-millonaria en una televisión publica y que no nos podamos permitir un centro de investigación. Además, en España, donde quizá los salarios entre los que hacen la tele y los que hace la investigación no estén tan dispares como uno podría asumir, no entiende muy bien como es posible que hayamos dilapidado tal cantidad de dinero en televisiones autonómicas. Uno, empieza a pensar mal, y piensa que las televisiones autonómicas son un potente medio de manipulación (va por ti, Julio), pero sin ningún sentido más que derrochar.

Y es que uno, está pagando en un país con un nivel económico superior al español, 150€ año por ver la tele genérica. Y uno tiene las cadenas normales, La 1 (BBC1), La 2 (BBC2), la 3 (ITV), La cuatro, (channel 4) y la cinco (5), y sus respectivas versiones del TDT. Y entonces, uno se pregunta: esta gente, rara, rara sobrevive sin canales autonómicos, ¿sería posible la vida en España sin canales auntonómicos? La pregunta es bien complicada, y uno se da cuenta de la complejidad de nuestra piel de toro, que no tienen aquí. Por ejemplo, Cataluña, necesitaba hasta hace poco seis canales autonómicos. Preferimos cerrar urgencias en los pueblos, rebajar los salarios de los funcionarios, a cerrar las teles. La vida ibérica podría desaparecer entonces. Pero llama la atención, de que inmersos en este proceso que acaba de empezar, y que tantas situaciones de angustia y desigualdades van a conllevar, el titular de la noticia sea:

"La directora de TV-3 dice que los recortes ponen en peligro el fútbol"

Y uno, que lleva tiempo fuera de España, no termina de creerse todo esto. Que no puede ser que estemos cerrando urgencias y nuestra mayor preocupación sea ver el fútbol. Que no puede ser que nuestra salida de la crisis pase por cerrar los centros de investigación. Que no puede ser que vayas con un dedo cortado al médico, y éste te mande a tu comunidad. Si esto fuera verdad, uno que tantas veces ha visto Braveheart, comprendería muy bien que esto solo se arregla, visitando casa por casa provisto con munición medieval, para darle un poco más de crudeza y romanticismo. Pero esta vez, no voy a pecar de ingenuo, y sé que todo esto es una broma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario