El del Krugman

Algunas veces es oportuno escuchar a gente de fuera, sin ningún parentesco con el problema porque sus soluciones están basadas en la razón y no en el corazón. La rebaja del 20% de los salarios parece clara si no podemos ponerle aranceles a los productos alemanes. El gran problema de ello es que la deuda de nuestras familias también se debe reducir en un 20%, y ahí es donde los alemanes deberían entrar. No perder tiempo conmigo y leer el enlace siguiente.

El pais publica hoy un capítulo del libro de este hombre, concretamente el décimo que ocupa de Europa. Nuestros problemas, aunque nos podamos pasar el día discutiendo sobre los idiotas del PP o PSOE, están  muy por encima de ellos. Nuestros problemas son intrinsecos a la unión europea y nuestra cultura. Europa no estaba preparada para una moneda única, y por lo visto, no es que nadie se opusiera, es que los políticos pensaron que los académicos que decían que aquello sería un desastre eran unos burricos. Durante 15 años la unión europea nos ha dado muchísimo, ahora llevamos 4 de quitar y los que quedan.

Si todavía quieres seguir leyendo sobre el problema, aquí teneis el editorial del NYT. El título lo dice todo, una sobredosis de dolor para España.

El del vaso

Estando en los eiusei encontré una pegatina en la que se leía algo así como que los demócratas siempre piensan que el vaso está medio lleno, mientras que los republicanos directamente piensan que el vaso es suyo. Creo que la frase es directamente aplicable a nuestro país, el PSOE siempre piensa que el vaso esta medio lleno, incluso cuando el vaso está vacío, mientras que por el contrario el PP no está muy interesado en el contenido, sino en la posesión. El vaso es mío y hago con él lo que me sale de los cojones, como diría el nuevo embajador del Reino de España en el Reino Unido.

Nos importaba tanto España, que nos hemos pasado unos meses de pensamiento profundo, y cuando se han pasado las elecciones andaluzas, ya no hemos puesto manos a la obra para arreglar nuestro país. Que 500000 personas cambien su voto cuando todavía no había empezado el fuego de artillería me hace pensar que ya estarán las fuerzas igualadas. Creo que dará para muchos estudios sociológicos esas elecciones. Nos estamos tomando tan bien toda esta historia por el hecho de que nos sentimos culpables de nuestro fracaso. Lo que tenemos hoy son las consecuencias del fracaso de todo un país. Uno de esos datos que deja muy claro nuestro fracaso es que necesitaremos hasta 2018 para tener el mismo nivel de riqueza que teníamos en 2008.

Como habitante de la güertica murciana, muchas veces me pregunto que ha cambiado en mi pueblo para que nuestro estilo de vida pudiera cambiar tanto. Recuerdo de muy chico cuando tenía que ir al hospital para comprobar la visión de mi ojo vago, un hospital a 50 km, dos autobuses y un tente de regalo. Ahora sería una mierda, pues teniendo el hospital a 5 km, no creo que eso mereciese un tente de regalo. El Mateo me mando un enlace del blog de Ramón Morte en el que reflejaba otro de estos datos, con similares habitantes, mi pueblo había pasado de tener 8 policías a 32. Recuerdo cuando por los años 80 construimos nuestro primer pabellón cubierto, que este tuvo que hacerse como se hacían las cosas entonces, a pedazos, en tres o cuatro años. Hace un par de años nos hicimos una piscina cubierta y otro pabellón en diez minutos. El ayuntamiento da un servicio a personas mayores que no existía hace años. Más de mil personas han solicitado y obtenido la ayuda de dependencia  sobre un total de 12000 habitantes. Y mi pregunta siempre es la misma, ¿en qué somos mejores ahora que hace 30 años? Si es verdad que en lugar de tener las huertas en rinconcillos, ahora tenemos grandes extensiones de melocotoneros y albaricoqueros, mucho más cómoda y fácil de trabajar, pero da ese cambio para esto.

Podemos pensar que en la Moncloa hay una nave espacial que se lleva a Marte a nuestro presidente y a sus ministros por la noche y los trae antes de que amanezca con un montón de perricas para el vaso, pero podría ser más realista pensar que por cada derecho que nos damos, hay que ser un poquico más eficaz trabajando pues tenemos que producir lo mismo que antes y este poquico más que nos damos. Visto lo visto, y para ahorrar en estudios sociológicos, nuestra elección de amo consiste en elegir al que piensa que el vaso está medio lleno cuando nosotros sentimos que todavía queda algo, ¡él lo repartirá! Y elegir como amo al que cree que el vaso es suyo cuando no queda anda. Que hagan lo que tengan que hacer, los otros ya no me van a dar nada, así que si vienen a recoger que lo haga uno con alegría.

El del exilio y los recortes

Hay pesimistas como yo, pero no más pesimistas que yo. Además, lo que somos pesimistas disfrutamos cuando las cosas van mal, porque pensamos "ya os lo decía yo, !veis como tenía razón!". Así que últimamente, estoy más contento que una mujer, e.g. la mía, en un centro comercial.

Lo que nos esta pasando, mi exilio y vuestra ruina, era algo que solamente tres o cuatro optimistas podían dudar. En un país donde los pisos se compraban sobre plano y se hacían las casas como el que juega al monopoly, tuvimos que abrir nuestras puertas de nuestros aeropuertos y escuelas a millones de personas para construir esos pisicos. En el mismo país, la inversión en investigación y desarrollo era mínima, los sueldos subían porque subía el IPC, y de repente crecimos durante 15 años continuados por arte de magia. Pues estaba claro que algo no era real. 

Y resulta que nuestra España constitucional no es real. La constitución puede decir que cada Español tiene derecho a una vivienda, pero eso no es real, en propiedad o alquilada es la clave. La constitución puede hablar de nuestra división autonómica, pero eso no es viable. Se les olvido poner en la constitución que cada español tiene derecho a un Ferrari, y todo iría mejor. Hemos vivido unos años que nos han hecho olvidar la realidad. Somos un país de mitad de tabla, que no tenemos nada para poder ser ricos, pero tenemos vecinos que pagan por bañarse en nuestras playas y disfrutar de nuestro agradable clima. Además vendemos tres o cuatro limones, y vamos listos. 

La mitad de nuestro país esta desindustrializado, no tenemos ni una miaja de petroleo o materia prima importante. En nuestro periodo de máximo auge, teníamos un desempleo superior al 10%, lo que en otros países alcanzan en crisis, lo que no nos pone en una posición privilegiada. Quizá nuestra industria más avanzada sea la armamentística, lo cual no termina de ser un poco paradójico...

Y es que en España, como en todos lados, solo nos acordamos de Santa Barbara cuando truena. No es que no sepamos lo que tenemos que hacer, lo sabemos y bien. Solo que preferimos que el paciente se muera antes de aplicar la solución. Y hay una cosa que se llama proceso irreversible, es decir, que no se puede revertir. Si tenemos una la inyección mágica para salvar la vida de nuestro paciente, hay que ponerla cuando esta vivo. Sabemos que las escopetas de pelotas de goma son peligrosas, nos lo dicen y nos lo pasamos por el forro, pero claro, si alguien muere por un pelotazo, entonces las prohibimos. Otro ejemplo, hicimos la ley de Economía Sostenible en 2011, la cual creo que tiene muchas cosas positivas pero que necesita una inversión tremenda, ¿por qué no la hicimos en 2003 cuando teníamos dinero a manta? Pues porque todo iba bien, porque es mejor electoralmente abrir un hospital, que gastarte un dinero en algo que nadie va a ver y solo se notará en un plazo de 10 años. ¿Para qué nos íbamos a cambiar cosas y hacer cosas raras? Pues ahora, tenemos lo que tenemos, yo el exilio y vosotros los recortes.

Y es que muchos de nuestros problemas parten del hecho democrático de que nuestros gobernantes se juegan el pellejo cada 4 años. Resolvemos problemas en esa escala de tiempo, los problemas en otras escalas de tiempo a nadie le importan, pero por eso no dejan de ser problemas. El famoso vídeo de simocracia acaba con una frase que me encanta: "No atribuyas a la maldad lo que puede estar causado por la estupidez". Por eso, yo no me creo que nuestros males estén causados por causas ajenas (gracias Jesús!), nuestros males arrancan en el momento que preferimos estar de fiesta que pensando en como ser mejores. Aquella epoca en la que un niño cobraba más que un catedrático por irse a poner ladrillos de peón. Ahora, tenemos lo que nos merecemos. Es triste, da mucha pena ver a gente en los comedores de caritas, pero es lo que hay chavales!

Y es que esta crisis ha aumentado claramente las diferencias sociales. Unos dicen entre los ricos y los pobres, yo digo entre los de dentro y los de fuera. La crisis es para el que ha perdido el trabajo, lleva sin trabajar un tiempo y tiene que llevar a sus hijos a comer a un comerdor. Para los demás, ¿dónde esta la crisis? Qué hipócritas somos, la verdad. Por ejemplo, para el Rey, ¿dónde está la crisis? Para mi, ¿dónde está la crisis? Para los del bando de la huerta, ¿dónde está la crisis? 

Así que ahora a disfrutar, yo de mi exilio y vosotros de vuestros recortes. Ahora, tenemos dos caminos, seguir llorando y lamentándonos de nuestros males, e.g. a lo griego. O admitir que hay que cambiar la idea que nos habíamos hecho de nuestra vida no es factible, y toca currar más duro o más lejos, e.g. a lo irlandes. Lo cual no quita el contratar al Mel Gibson, pero como esperemos que lo que han creado este desaguisado lo arreglen ahora, vamos listos, si es que se puede decir que por acción u omisión nosotros no hemos sido responsables de toda esta tragedia. Aquí no ha sido un iceberg que ha venido a hundirnos, no ha hecho falta, nosotros mismos nos hemos hecho un buen boquete.