Estaba yo esta semana por aquí, un poco aburrido escribiendo un proyecto de investigación, y me dio por escuchar una charla que la web de mi universidad estaba emitiendo. Un profesor de aquí ha hecho una serie sobre el Universo en la BBC y parece ser una estrella mediática. Como ya os he contado, aquí la imagen de la universidad es muy importante y traen a niños para que son cliente potenciales en un futuro próximo. En la charla hablo de lo que hablan todas estas charlas para niños, pero me dejo reflexionando sobre unas cosillas.
Una de las cosas que más me gusto fue un vídeo de Richard Feynman, ya os he comentado muchas cosas de este hombre, pero para simplificar una persona de lo más interesante. El vídeo explica en un minuto el método científico de nuestro queridísimo Descartes, que tanto éxito ha tenido. La ciencia tiene un sencillo funcionamiento. Se sugiere una teoría, una serie de reglas de como funcionan las cosas. Se coge un ejemplo y se aplica esta teoría, se experimenta. Si el experimento real sigue las pautas predicas por la teoría, entonces la teoría es correcta. Si no, no importa cuán bonita sea tu teoría, no importa cuán importante sea quien ha propuesto la teoría, la teoría está mal y debe ser rechazada. Si los experimentos están bien, no importa cuán disparatada sea esta teoría, no importa cuán insignificante es el autor que la propone, la teoría explica satisfactoriamente le realidad, con eso basta.
Eso paso a principios del siglo pasado, un insignificante trabajador de una miserable oficina de patentes propuso una teoría disparatada, donde cada sistema de coordenadas tiene un propio tiempo. ¿Por qué? Este niñato propuso que la velocidad de la luz es la misma en todos los sistemas de coordenadas. Es decir, si viajamos a casi la velocidad de la luz, y nos acercamos a una estrella, resulta que la luz de la estrella me sigue llegando a la velocidad de la luz y no a 1.5 veces la velocidad de la luz como deberíamos esperar siguiendo el sentido común. Si voy en un coche a 50 Km/h y me cruzo con otro que viene a 100Km/h, parece como si este vinieses a 150 km/h. Esto que pasa con los coches, no pasa con la miserable luz. Y bien, ¿cuáles son las consecuencias de proponer que la luz viaja en todos los sistemas de referencia a la misma velocidad? Pues como ya he dicho, cada sistema de referencia tiene su propio tiempo. ¿Por qué?¡¡¡ No lo sé!!!!
Bueno, algo me recelo, lo he leído tantas veces que a sangre la letra entra. Hagamos un experiento mental. Imaginad que tenemos dos espejos perfectamente paralelos. Vamos a contar las unidades de tiempo por el tiempo que tarda un rayo de luz de ir de un espejo a otro. Imaginad que dos gemelos tienen su vida perfecta en un lugar maravilloso. Pero en un determinado momento, la desgracia quiere que montemos a uno en un tren mientras el otro se debe quedar en tierra, llevándose con él el reloj. El gemelo que se queda en tierra sigue tan contento, pero al mirar al reloj de su hermano se da cuenta de su desgracia. Aleccionado por su profesor de Física en que la luz tiene la misma velocidad para él y para su hermano, reflexiona un instante sobre su futuro. El gemelo que mira desde la via del tren ve como ahora sus rayos de luz necesitan recorrer más distancia, por lo tanto, ¡su tiempo debe ser mayor!
Podríamos interpretar esta última ecuación de forma muy sencilla: el tiempo para el hermano que se ha quedado en las vías pasa mas rápido, pues la luz necesita recorrer más camino. Lo más cachondo de esto, que no es nada complicado, que es lo más trivial del mundo, es que funciona. ¡Es la hostia! Hay unos pequeños detalles que no os he contado, pero lo esencial ya lo sabéis. En fin, yo todavía sigo pensando que son los americanos que han trucado los datos. ¿Quién se cree que porque me monte en un avión mi reloj cambia? Pues resulta, que si nuestros GPSs no considerasen este cambio temporal entre los relojes de los satélites, ¡no funcionarían! Más o menos, el error que se cometería por considerar que todos los relojes funcionasen del mismo modo sería de unos 10 km. ¡Alucinante! Yo me quedo muerto cada vez que pienso en como este hombre explicó su teoría de esta forma tan sencilla. ¿No?
Podríamos interpretar esta última ecuación de forma muy sencilla: el tiempo para el hermano que se ha quedado en las vías pasa mas rápido, pues la luz necesita recorrer más camino. Lo más cachondo de esto, que no es nada complicado, que es lo más trivial del mundo, es que funciona. ¡Es la hostia! Hay unos pequeños detalles que no os he contado, pero lo esencial ya lo sabéis. En fin, yo todavía sigo pensando que son los americanos que han trucado los datos. ¿Quién se cree que porque me monte en un avión mi reloj cambia? Pues resulta, que si nuestros GPSs no considerasen este cambio temporal entre los relojes de los satélites, ¡no funcionarían! Más o menos, el error que se cometería por considerar que todos los relojes funcionasen del mismo modo sería de unos 10 km. ¡Alucinante! Yo me quedo muerto cada vez que pienso en como este hombre explicó su teoría de esta forma tan sencilla. ¿No?
Evidentemente, al principio, cuando este hombre explico su teoría, no fue fácil para todos los "sabios" de la época admitir como cierto esta serie de barbaridades. Pero, lo más maravilloso de la ciencia, es que estos golpes de estado al poder establecido no pueden ser eliminados. Por muy insignificante que este hombrecillo fuera para la comunidad académica, por muy rematadamente loca que su teoría fuera, su teoría funciona, así, el mandato de Newton llego a su final a principios del siglo pasado.
¿Que implica esta teoría? Si nos fuéramos de viaje espacial en mi nave, visitáramos una estrella situada a unos 20 años luz y la velocidad de las autovías espaciales fuera de 0.866 necesitaríamos unos 20/0.866=23 años para ir allí. Una vez allí, no encontraría razón para ello, pero pongamos que volvemos, pues otros 23. Pues aquí en la Tierra no habrían pasado 46 años, utilizando la formula que hemos obtenido con el teorema de Pitágoras, sino justamente el doble, 92 (con 0.866 como v, la raíz famosa de arriba vale 0.5). No os penséis que a 20 años luz hay muchas cosas, unas 4 estrellicas peladas. Para ir al centro de la galaxia y visitar nuestro agujero negro, necesitaríamos unos 50000 años viajando a la velocidad de la luz, así siempre necesitaríamos un poquillo más. Esto no solo implica que explorar el espacio requiere tiempo (nos crionizamos como Walt Disney y listo!), sino que además requiere una perdida total con la sociedad que te rodea. Este máximo en la velocidad de la luz significa que estamos confinados dentro de una jaula temporal de la que nos es imposible escapar.
Cuando al Hubble le arreglaron la ceguera inicial, uno de los experimentos fue enfocar una región del espacio que se consideraba "vacía", es decir, una región en la que absolutamente no veíamos nada. Lo que encontraron fue esta famosa imagen:
Esos puntillos de la imagen son galaxias que contienen millones de millones de millones de estrellas como el Sol. Esto está tan lejos, que cuando la luz de las estrellas que vemos en esta imagen comenzó su camino para llegar finalmente al Hubble, la Tierra ni siquiera se había formado, el sistema solar era polvo intergaláctico que la gravedad y miles de millones de años consiguieron juntar en lo que hoy conocemos. Lo que estamos viendo en esa imagen es una parte del universo primitivo de hace unos 13000 millones de años.
Una de las preguntas es como encaja todo esto con Dios. La respuesta del profesor fue muy británica: quien intente rebatir la fe con la ciencia, o la ciencia con la fe, es que no ha entendido alguna de las dos. Y creo que es la mejor respuesta que he oído nunca. Si Dios hizo este pedazo de universo, con estas leyes tan maravillosas, y lo mejor de su obra, es el ser humano, no me extrañaría que algún día se ahorque. Esperemos, por el bien de este Señor, que haya hecho algún otro experimento en alguna remota galaxia y lo que haya engendrado sea algo mejor que lo que hay en este planeta. No me cabe la menor duda de que otras formas de vida deben poblar este universo nuestro. Pero que ellas vengan a vernos o que nosotros podamos ir a joderles la vida es lo que está complicado. Mucha gente se pregunta si existe vida inteligente por ahí fuera. La pregunta que yo me hago es: ¿Existe vida inteligente en la Tierra?
Una vez que alguien le explica a muchas personas de las que como en tu reflexión final carecen de vida inteligente , algo coherente o con sentido que no se lo hayan puesto en la tele, siempre te suelen soltar eso mira este va de listo.
ResponderEliminarCreo que la vida va en relación paralela con los mobiles que llevamos en los bolsillos ahora,nos venden unos que parecen un ladrillo del 9 y tan contentos, la vida inteligente de la que tu hablas brilla por su ausencia, nos creemos dioses del universo y somos exclavos de nuestra forma de ser "airosa".
P.d:la teoría de los hermanicos parece muy interesante y real.
Me quito el sombrero. ;)
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