Desgraciadamente, esta semana el terremoto nos ha tocado a nosotros. Otra muestra más de lo de siempre, no, no somos invulnerables, más bien insignificantes. Algunas veces nos olvidamos que habitamos algo que tiene su propia vida, inerte, pero vida. La tierra nació hace miles de millones de años, alguna explosión de un supernova produjo el polvo intergaláctico que ahora nos da vida. La gravedad hizo el resto. Desgraciadamente, en otros miles de millones de años, la tierra será engullida por un Sol al que se le acaba la pila y no es capaz de mantener junto a sí mismo. Pero no es solamente que la tierra nació y morirá, además la tierra va cambiando como las personas cambiamos a lo largo de nuestra vida. Eso si, la Tierra es yerma.
La deriva continental, como su nombre indica, es el proceso por el cual los continentes van navegando de un lado para otro, comprimiendo ciertos lugares y relajando a otro. Como holandeses errantes, las placas solidas sobre el núcleo liquido de la tierra, se van moviendo de aquí para allá. Si bien es verdad que a lo largo de nuestra vida las único que vemos cambiar en el mapamundi son las fronteras políticas, si hubiese algún Dios por ahí, este habría visto también cambiar la posición de los continentes. Nosotros, la única información que sentimos de esta deriva son los terremotos. En los lugares en donde dos placas colisionan, la fricción no permite un movimiento continuo y suave, sino que los movimientos se producen por sacudidas. Es como el ketchup, no cae, no cae, no cae... hasta que cae un chorro.
Predecir un terremoto es como tirar un vaso a un pozo y predecir por donde se va a romper. Lo único que sabemos es que se va a romper. Otra cosa que no sabemos es cuando va tocar el suelo del pozo, pero en algún momento lo tocará. A través de los datos fiables que hemos tomado durante el último siglo, podemos empezar a hacer cabalas de lo que esta pasando. Hace tiempo vi un documental sobre Estambul donde mencionaban lo siguiente. En 1997, una pareja de turcos publicaron un artículo científico donde predecían que durante los siguientes 30 años, sería probable que un terremoto en una falla. Los terremotos se iban moviendo a lo largo de la falla como si fuera una cremallera, relajando un sitio y estresando el siguiente. Además, estos dos, dijeron que la ciudad de Izmit sería la más afectada por este terremoto.
Dos años después de esta predicción, un terremoto destrozo está ciudad causando 20000 muertos. La desgracia de esta ciudad mostró, que dentro de unas limitaciones, los terremotos en ciertos lugares de la tierra pueden ser predicho. ¿Para qué sirven estas predicciones? Pues no lo sé. La siguiente ciudad en la línea de la falla es Estambul. Si no sabemos ni el cuándo, ni el cómo, ni dónde, ¿qué podemos hacer? Supongo, que "Keep calm and carry on", es decir, mantener la calma y continuar. Este fue el mensaje del gobierno británico cuando la invasión nazi se veía posible. No tengo muy claro ante esta clase de predicciones, podamos tomar una medida activa que sea cruzar los dedos y al que toque toque. Es un suceso probabilístico, algo que puede ser que pase y puede que no, así que por definición, no son predecibles en una escala de tiempo en la que se puedan tomar unas medidas adecuadas. Las únicas medidas posibles son las pasivas, pero como hemos visto en Japón, no, no somos invulnerables.
PD. Por motivos de trabajo, siento deciros que los siguientes fines de semana los voy a dedicar a un miniproyecto que tengo en mente. Además, el siguiente capítulo de mi saga irremediablemente me lleva al ciclotrón, con lo que necesito un tiempo para prepararlo.
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