Perdón por la vulgaridad, pero es la única frase que encaja en este contexto. En principio, no comparto ninguna afinidad con los manifestantes que se están echando a la calles en estos días. Se habla de los males del capitalismo, de que si somos esclavos de políticos y banqueros, que queremos un estado de bienestar que nos proteja de ellos y no nos esclavice a ellos. No comparto esto, pero al menos hemos despertado, nos hemos dado cuenta que las decisiones que se tomen afectan a nuestro futuro. Que esto no puede consistir en sobrevivir hasta que las próximas elecciones lleguen, el político se va, el ciudadano se queda con consecuencias de las decisiones que el político haya tomado.
Ahora, los partidos políticos, atónitos ante una marea de gente que los repudia, intentan ridicularizarlos. Para ello, los medios de comunicación están poniendo su granito de arena, pues ellos tampoco se deberían ir de rositas de esta situación. Los dos mensajes prioritarios lanzados por los políticos, de gran calado entre la sociedad española, acostumbrada a su naturaleza dual, son:
- ¡Que viene la derecha!
- El ZP tiene la culpa de todo.
Evidentemente, que no se puede hacer nada en dos días. No se trata de hacer algo, se trata de protestar. Se trata de despertar conciencias, de unirse en un modo diferente. Se trata de que hay 5 millones de personas que buscan un empleo y que no lo encuentran. Otros tantos que se aburren de buscar y dejan de buscar. Mientras tanto, debemos de seguir gobernados por políticos que, en muchos casos, nunca han buscado un trabajo. Quizá ni siquiera se hayan hecho un cirriculum vitae. Empezaron en la universidad, juventudes de lo esto o de lo otro. Y casi como el que no quiere la cosa, diputado, presidente de la comunidad y ministro. ¿Quién da más por menos?
Los partidos políticos han transformado el sistema franquista en un sistema en el que son los principales protagonistas en todo. Tienen cogida la sartén por el mango y ahora veremos quien es el que se la quita. Ellos se ponen sus propias remuneraciones, ellos se dan sus propias subvenciones por voto, ellos eligen a sus juececillos, ellos lo hacen todo. ¿Pero qué mierda es esta? Para que nadie se sienta perjudicado, también damos subvenciones a sindicatos y patronal, y todos contentos. ¿Qué más da? El dinero es de los imbéciles estos que nos siguen votando hagamos lo que hagamos. Pues nada, ¡a por ellos! Además, a falta de un gobierno, los políticos españoles se lo han montado extremadamente bien, las comunidades autónomas. 17 nuevos gobiernos que dan trabajo a los amigotes y lameculos de los políticos. Como las cortes de la Edad Media, cada político lleva consigo un séquito de sanguijuelas que viven y matan por él. ¿Cuántos empleos son directamente elegidos a dedo en cada comunidad? Para completar la fiesta, los ayuntamientos. Los ayuntamientos deben estar gobernados por los mismos partidos. Así unimos a la fiesta a 5000 mini-gobiernos con sus respectivos mini-séquitos. Al final del día, todo se queda en casa, y al que se nos escape, ya vendrá a pedirnos un favor, que se va a enterar… Esta política de "políticos para todo" llega a su extremo más vergonzoso que los propios políticos, tras dejar convenientemente arruinada a las cajas de ahorros, se han autoquitado de los consejos de administración.
Así, que tras una breve reflexión el título de la entrada va por todos aquellos que se sientan identificados con estos magníficos partidos que hasta aquí nos han llevado, a sus séquitos, a sus medios de propaganda, a sus apegados sindicatos y a los empresarios del mete uno y saca diez: Iros todos a tomar por culo.
Fdo. Un burgués postdoc. (gracias Jesús por la ortografía y por la lectura, por supuesto!)
Un Abrazo muy grande por expresar tan bien todo esto!!
ResponderEliminarChico, se puede decir más alto pero no más claro.
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